Era el de esta noche un partido ideal para tomarle el pulso al proyecto de Jiménez, que a penas echa a andar. En casa el equipo estaba dando la talla pero a domicilio todavía había incógnitas. Por eso, y porque la victoria daba prácticamente el pase a octavos, ganar en el Ghencea Stadium era prácticamente una obligación. Entendieron la tesitura a la perfección los nervionenses, que dieron una lección de dominio desde el principio, ante un Steua que durante todo el choque estuvo a su merced. Jiménez sorprendió a todos alineando a De Mul en la derecha, a Navas en la izquierda y a Renato en la mediapunta junto a Kanouté. La apuesta le salió redonda, sobre todo con la inclusión del brasileño. Es más ni siquiera él se pódía imaginar lo acertado de la decisión.
Si no fuera por el frío ambiente que se
soportaba en Bucarest y las gradas semi- vacias de colores azulgranas del estadio del Steaua, se podría decir perfectamente a tenor de lo visto en el primer acto, que el Sevilla jugaba en casa. Cogió el balón desde el arranque y no paró de tocar y tocar durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Toques, paredes, balones a Kanouté, que hacía una y otra vez de pantalla sobre la que se apoyaban todos sus compañeros, aperturas a bandas... El Sevilla hacía lo que quería, imprimía velocidad al cuero si le interesaba, dormía el choque cuando le convenía, los rumanos eran unos simples espectadores, un rival que parecía que ni siquiera quería luchar.
Era lógico pues que el primer gol cayera en cualquier momento. Lo rozó primero Renato después de una excelente dejada de Kanouté, siempre él, pero el esférico se fue rozando el palo izquierdo de Zapata por muy poco. A la siguiente no perdonaría. Corner que bota Navas desde la siniestra, remate con todo de Poulsen llegando desde atrás, paradón del meta colombiano, y rechace que caza Renato y manda adentro sin compasión. Era el minuto 25.
El tanto sevillista redujo la ya débil existencia del Steaua a cero. Los rumanos estaban mentalmente rotos. Ahora el Sevilla se dedicaba a narcotizar el choque, pero aún así, sin imprimir la intensidad del comienzo, seguía coqueteando con las redes locales. Kanouté, primero a pase de Navas a punto estuvo de a
mpliar diferencias con una bonita volea, luego fue De Mul con la testa quien acarició el segundo y finalmente, ya en pleno descuento, Kanouté otra vez dispuso de una inmejorable, después de una enorme jugada de Mosquera.
En la segunda parte, como era de esperar, el guión del choque cambió. El Sevilla se echó atrás, dedicándose a esperar al Steaua. La duda estaba en si los rumanos se iban a lanzar a por el empate o iban a mostrar la desidia del primer acto. Y sí, fue el Steaua a por las tablas, pero sin convicción, sacudido por los pocos hinchas que poblaban el estadio. Atacaban, como reza el tópico, con más corazón que cabeza y sus embestidas eran bien repelidas por una línea defensiva que de nuevo se mostraba consistente. Muy buena noticia ésta. De hecho, en la única ocasión que pisaba área con peligro el equipo rumano, llegeba Mosquera desde atrás y le amargaba la vida a Nicolita, la estrella de los locales, que como el resto de sus compañeros no brillaba en la cerrada noche de Bucarest.
Aún así el partido no dejaba de estar vivo. Había que matar el choque porque en cualquier jugada aislada se le podía quedar la cara de tonto a los hispalenses. Era difícil pensar eso, no obstante, porque al Sevilla se le veía a gusto, controlando en todo momento al contrario. En cualquier caso, a falta de 25 minutos del final los nervionenses resolvieron dudas, demostrando que hoy por hoy están varios escalones por encima del que fuera campeón de Europa en 1986. Minuto 65. Daniel en la frontal del área se decide a hacer una jugada de ‘Play Stasion'. Toca el brasileño para Renato, que se la devuelve de primeras, el lateral se cuela hasta la cocina por el flanco derecho del áre
a arrastrando consigo a dos defensas, a los que deja KO con un pase atrás a Navas, el de Los Palacios ve a Renato llegar por el centro y se la pone en la testa para que en plancha arranque la ovación del señorial público del Steaua, que se rendía con aplausos ante la maravillosa jugada realizada por los sevillistas.
Fue impresionante el segundo gol, sin duda, una exhibición de fútbol preciosista, de precisión, de imaginación... Lo tuvo todo. Y además cerró un encuentro que ya tuvo poca historia. El Steaua se borró definitivamente del choque y el Sevilla no goleó porque Zapata no cesaba de lucirse y de hecho impedía que Renato lograra su primer hat trick. Daba igual de todos modos que hubiera más goles, porque la lectura del choque de esta noche no puede ser más positiva. Los octavos de final ya se pueden palpar con las manos, el juego nervionense fue arrollador, Jiménez por fin se estrena fuera de casa, la defensa también responde con un gran Mosquera y, lo mejor de todo, el equipo vuelve a mostrar la insultante autoridad ante sus rivales que tan grande lo ha hecho en los últimos años.
Ficha Técnica
- Competición : Champions
- Fecha : 07-11-2007
- hora : 20:45
- Estadio : Ghencea Stadium
- Alineación Steaua Bucarest : Zapata, Emeghara, Goian, Rada, Nesu, Petre, Lovin, Nicolita, Croitoru (Badea, 46), Dica e Iacob (Surdu, 61)
- Alineación Sevilla FC : Palop, Daniel Alves, Mosquera, Dragutinovic, Adriano, De Mul (Diego Capel, 62), Poulsen, Keita, Renato, Jesús Navas (Hinkel, 88) y Kanouté (Luis Fabiano, 67)
- Goles : 0-1: Min. 24, Renato. 0-2: Min. 64, Renato
- Colegiado : Herbert Fandel ((Ale)) Herbert Fandel, alemán. Amonestó a los locales Emeghara y Rada, y a los visitantes Kanouté y Adriano
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