Mala noticia para los que frecuentan por esta zona.
Se cerrará por un tiempo este blog, pero volveré, seguro que volveré.
Me voy con 69 entradas escritas (si mi memoria no me falla) y 83 días, desde que empeze el 29 de Septiembre con 2 pequeñas y tímidas entradas.
Yo sólo puedo pediros desculpas a los que les haya molestado este cierre temporal. Pero es obligado.
Quiero dar las gracias a todos los sevillistas que me han ayudado a sostener este blog.
Tambien quiero dar las gracias a páginas webs como curva16, jesusalvarado, blanquirrojo, lapalanganamecánica y otras muchas webs que me han ayudado enlazandome en su página.
Un abrazo a todos los sevillones, que paseis unas felices navidades y un nuevo 2008 cargado de éxito para tí y para nuestro Sevilla F.C. y hasta pronto.
¡¡¡¡VIVA EL SEVILLA F.C.!!!!
Era una noche que podía ser histórica y el Sevilla jugó como tal. Al menos en la segunda parte, porque el primer periodo fue un pestiño de categoría en el que incluso el Slavia se mostró superior. Pero cómo ocurrió en Pamplona, en la segunda parte el equipo se transformó. Capel, que hasta ese momento había sido el único jugador digno de mención, se convirtió en una centella indomable que no cesó de brillar. El almeriense fue un continuo azote, imprimiendo vértigo con su celeridad y peligro con su fina y precisa siniestra. Fueron sus centros los que comenzaron a descentrar a un conjunto local que hasta ese momento había estado bien posicionado, aunque tuvo que ser Luis Fabiano el que saliera para abrir la veda gracias a un servicio de Maresca, para que luego Kanouté, que se había estrellado una y otra vez con un soberbio Vaniak hiciera el segundo con un remate fatal que sentenció la contienda, haciendo buena la enésima percusión de Capel por la zurda y un toque de primeras del otra vez decisivo Luis Fabiano. 
estarazo de Renato a centro del esta noche más desequilibrante que nunca Diego Capel, no acabó en gol de milagro. Fue como una especie de premonición de lo que llegaría después. 
zó a la escuadra de forma incontestable. Comenzaba un lindo alborozo en los más de mil sevillistas desplazados a Praga que no iba a tener fin hasta que el colegiado señalara la conclusión del envite, porque de hecho ni siquiera se había ido el júbilo por el primero cuando llegó el segundo, merced a una jugada que se inventó Capel, que continuó Luis Fabiano con un sutil pero pernicioso toque y que finiquitó Kanouté reventando la bola y desquitándose de una noche que hasta ese momento estaba siendo aciaga para él. 
La mejoría que el Sevilla apuntó en la segunda mitad del partido de Pamplona se confirmó esta tarde en el Ramón Sánchez Pizjuán. Jiménez no tocó el equipo. Duda en la izquierda y Maresca en el mediocentro, con Kerzhakov acompañando a Luis Fabiano. La jugada le salió bien. El Sevilla, como suele ser habitual en casa, comenzó empujando, incordiando al rival, metiéndolo en su campo. Y en esta ocasión, a diferencia de en otros encuentros en los que la fortuna no acompañaba, se logró un gol en esos primeros minutos de tanteo. Fue merced a Luis Fabiano. El paulista lo hizo casi todo. Recibió en línea de tres cuartos, la abrió a la derecha por donde entraba Navas como un obús que la ponía en el centro del área para que el Pichichi de la Liga conectara un remate mordido que batía a Notario. A partir de ahí, el Sevilla hizo su partido, controló el choque y sólo sufrió cuando con otra desaplicación atrás a la salida de un córner, Baiano acortaba distancias pues Maresca poco antes había hecho de penalti el 2-0. De nuevo Luis Fabiano puso las cosas en su sitio con su décimo gol de la temporada, en pleno descuento después de que Navas se hubiera colado por el flanco derecho hasta el fondo y se la hubiera dejado en bandeja, cerrando el ex del Sao Paulo otra estelar actuación personal. 
La valoración más positiva que se puede hacer de este choque es que se lograron los tres puntos que se necesitaban como agua de mayo. Todo lo que no fuera una victoria significaba un estancamiento más que preocupante en la tabla. El Sevilla supo aprovechar sus armas con un auténtico recital de Luis Fabiano en el primer acto. El paulista no sólo se inventó la jugada del primer tanto. Levantó al tendido una y otra vez con sus magistrales giros y sus aperturas a las banda casi de forma mecáncia. Todo lo que hacía rebosaba criterio. Y así ganar era mucho más fácil.
Cómo se esperaba, en el segundo periodo el Murcia comenzó a echarse arriba. Evidentemente, aparecieron los espacios. Y ahí el Sevilla, con huecos de por medio, es letal. El equipo estaba cómodo, jugaba sus mejores minutos aunque faltaba matar el envite. Todo se resolvió con un claro y absurdo penalti cometido sobre Kerzhakov. Maresca hacía el 2-0 desde los once metros y el estadio respiraba después de unas semanas de pésimo balance. Con más diferencia en el luminoso el equipo daba su mejor versión y se inventaba jugadas colectivas de ensueño que Luis Fabiano no acertaba a convertir de puro milagro. El brasileño se exhibía a cada movimiento, eclipsando al resto de jugadores que pisaban la tela. Pero todas las sonrisas se tornaron en caras de preocupación cuando Baiano a la salida de un córner acortaba distancias. Despertaban los fantasmas de siempre, que parecía que no iban a decir presente en una tarde en la que no se esperaban malos augurios. 
eron todas las embestidas aéreas pimentoneras con la debida solvencia. En esas llegó el descuento y Luis Fabiano coronó su gran noche, mandando al fondo de las mallas un magnífico pase de la muerte de Navas, otro gran partido el del palaciego. Ya suma diez tantos el paulista, los mismos que hizo en Liga en la pasada campaña. Fue un auténtico partidazo el suyo, no sólo por las dianas sino además por su continua colaboración al juego colectivo. Cortó rabo y dos orejas: torero total de un Sevilla que todavía no lo tiene todo perdido a poco que haga las cosas con sentido común como ocurrió esta tarde.
Enésimo intento de levantarse en esta campaña y enésima decepción. El 
El viento sigue soplando contracorriente. El 
Llegaba el descanso con moderado optimismo. Esta noche sí, el equipo estaba dando la cara. Pero nada más arrancar el segundo acto la historia comenzó a truncarse. 
papel de estrella. Tal era el asedio hispalense, que a más de media hora para el final el 
en alguna contra. Al cuarto de hora le llegó un balón a Juanjo en la frontal, que el cántabro bajó con calidad y disparó con potencia a puerta. Ansotegui muy atento puso su cuerpo para desviar a saque de esquina. Los de Coleman no conseguían acercarse por la presión hispalense, que además les permitía seguir a la carga. A los veinte de juego fue Salva Sevilla el que centró desde la línea de fondo sin encontrar rematador. Un minuto más tarde lo intentó Julián tras jugada personal, pero su disparo raso y ajustado encontró los guantes de Riesgo. Los nuestros no paraban ante la impotencia txuri urdin, y un centro de Víctor Díaz desde la derecha lo cabeceaba Juanjo demasiado cruzado, en una de las opciones de gol más claras de los locales.
En la segunda mitad las cosas cambiaron sustancialmente. La Real salió dispuesta a conseguir algo más que un punto con un juego algo más ofensivo. Los laterales visitantes tenían más recorrido que en la primera parte, pero pronto bajaría la intensidad y al filial se le ponía de cara repetir su juego de la primera parte. Sin embargo, las claras ocasiones de las que dispuso en el primer acto no volverían tras el descanso, por lo que el partido perdió vistosidad para el espectador. Los equipos se conformaban con el punto y no se acercaban por la meta rival. Algunas llegadas en contras de la Real eran lo único reseñable, antes de que se diera paso al carrusel de cambios. Lo abrió Galeote por la lesión de Julián, que dejaba su sitio a Óscar Ramírez. Coleman puso galones sobre el césped dando minutos a Gari Uranga, mientras seguían sin llegar las ocasiones. Pablo Sánchez y Armenteros intentaron dar frescura por bandas, pero los nervionenses habían quemado todos sus cartuchos en la portería de gol norte.
Es difícil de explicar. Tiene poca comprensión que un equipo con la dupla atacante más realizadora de Primera después de doce jornadas sólo sume 15 puntos. Cuesta entender que un equipo con internacionales por montones no termine de tomar el vuelo en un campeonato en el que todos le daban como uno de los gallitos. Es prácticamente imposible aclarar cómo un equipo que bailó y profanó el 
La cruda realidad dicta que el descenso está a tres puntitos. La cruda realidad es que al 
La primera parte fue negra por eso, porque por enésima vez el 
Hay que agradecerle a Don Manuel Ruiz de Lopera los momentos de inspiración tan fantásticos que nos ofrece. 
Es la historia de un choque en el que se sudó y mucho. Un encuentro en el que 
En el segundo periodo el 
Sonreía 
No puede ser que el fútbol sea tan condenadamente cruel en algunas ocasiones. El Sevilla esta noche cayó en Villarreal, después de haberlo dado todo, después de cuajar un gran partido, después de ver como a lo largo de los noventa minutos de juego la suerte le iba dando guantazos hasta que lo acabó tumbando. El Sevilla acabó frustrado, con caras que reflejaban una severa impotencia porque la de esta noche es una derrota dolorosa por la forma en que se produjo. Los de Jíménez jugaron contra once y mil adversidades. Los despropósitos se fueron dando durante todo el encuentro y al final acabaron castigando a los andaluces de una forma desproporcionada.
o. Senna la cuelga adentro y Guille Franco remata a gol, ganándole la partida al colombiano. El Sevilla se repuso rápidamente. Poulsen armó una jugada viniendo desde atrás, se la puso a Luis Fabiano que se la regaló a Kanouté, para que el malí pusiera las tablas en el marcador. 
El del Arahal sacó a Kanouté y puso a Renato. Casado no pudo aguantar y fue sustituido por Martí al poco de empezar. Todo era color negro para los nervionenses. El Villarreal atacaba con fuerza y parecía que el Sevilla sólo podría ganar si aprovechaba una jugada puntual. Y así lo hizo, la aprovechó gracias al oportunismo de Luis Fabiano, que a los cinco minutos del segundo periodo cazó un balón muerto para hacer el segundo. Había motivos para la esperanza. El Sevilla contenía bien al Villarreal, pero en los balones parados el equipo estaba sufriendo en exceso. Daba la sensación de que cada falta lateral era medio gol. Y Velasco Carballo no ayudaba, porque no cesaba de inventarse faltas por el flanco derecho. En una de ellas el trencilla interpreta como tal un inerxistente derribo de Adriano a Pirés. Senna la bota y Guille Franco vuelve a rematar al fondo de las mallas. 
del lado de los hispalenses. Continuaba por su parte Velasco Carballo inventándose faltas que no tenían razón de ser. Precisamente tras otro de esos golpes francos desde la banda derecha que sólo vio él, Matías Fernández cogía en la frontal un rechace, se metía en el área y cuando se estaba cayendo era desequilibrado por Mosquera. Penalti claro cuando faltaban sólo cinco minutos y gol de Guille Franco. Ése era el último despropósito, la última bofetada a un Sevilla que inmerecidamente caía con las botas puestas, echando el resto en el último tramo de un choque que esta noche jamás podría haber ganado. 
Era el de esta noche un partido ideal para tomarle el pulso al proyecto de Jiménez, que a penas echa a andar. En casa el equipo estaba dando la talla pero a domicilio todavía había incógnitas. Por eso, y porque la victoria daba prácticamente el pase a octavos, ganar en el Ghencea Stadium era prácticamente una obligación. Entendieron la tesitura a la perfección los nervionenses, que dieron una lección de dominio desde el principio, ante un Steua que durante todo el choque estuvo a su merced. Jiménez sorprendió a todos alineando a De Mul en la derecha, a Navas en la izquierda y a Renato en la mediapunta junto a Kanouté. La apuesta le salió redonda, sobre todo con la inclusión del brasileño. Es más ni siquiera él se pódía imaginar lo acertado de la decisión.
Si no fuera por el frío ambiente que se
mpliar diferencias con una bonita volea, luego fue De Mul con la testa quien acarició el segundo y finalmente, ya en pleno descuento, Kanouté otra vez dispuso de una inmejorable, después de una enorme jugada de Mosquera.
a arrastrando consigo a dos defensas, a los que deja KO con un pase atrás a Navas, el de Los Palacios ve a Renato llegar por el centro y se la pone en la testa para que en plancha arranque la ovación del señorial público del Steaua, que se rendía con aplausos ante la maravillosa jugada realizada por los sevillistas. 
